La flecha necesita a un arquero, y la poesía a un mago. Debe tener siempre en su mente las escalas de la métrica, y rechazar lo largo y lo corto. La verdad es su amada, que monta un corcel negro y usa el velo de la alegoría. Por debajo de sus pestañas centellean cien miradas infalibles. El poeta decorará sus dedos con joyas multicolores, y la adornará con el perfume y la fragancia de la metáfora del azafrán. La aliteración sonará como las campanillas de los pies; en su pecho reposará el misterio de la rima oculta. Junto con los secretos de significado interno, los ojos que ocultan harán de su cuerpo una perfección de misterio.
Poeta sufi del siglo XVIII
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Aunque el mismo día se repite
La ilusión no decae, no suelta sus cuerdas
Solo la mano de aquello que siempre es
Sacará mi cuerpo del feliz y falso abismo
Aunque para ello tenga que romper los relojes...
Olvidando.. que día es hoy
..Qué haría yo sin la poesia :D
2 comentarios:
¡Rompe esos relojes!!!
Besos
Es un placer pasar a leer tus excelentes textos, disculpa la ausencia por motivos ajenos.
Deseo tengas un feliz verano.
un abrazo.
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