domingo, 9 de noviembre de 2008

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Pura esencia

Cuando amamos a los bebés lo hacemos sin esperar nada. Que maravillosa forma de amar y de dar lo mejor de nostros mismos: nuestra paciencia, ternura, protección y cariño. Ellos nos miran y con eso nos basta, y si nos sonrien entonces ya...en fin, Creo que el amor real es ese, el que no espera un "gracias" ni algo a cambio. Los bebés no saben hablar, como van a agradecerte?? pero eso da igual. Casi todas las personas cuidan a sus bebes sin medida, sin contaminacion; y creo que se por qué. Los niños son puros, me refiero sobre todo mentalmente. Son pura esencia, existencia, como los animalillos: comen, lloran, rien y duermen. Ellos proyecctan esa energia transparente que lo envuelve todo y nos inspira a amar sin pensar e invoca esa misma esencia en nosotros. Por eso cuando mire a las personas queme rodean y me mire a mi, veré el bebé que somos en esencia e intentaré no esperar, ni necesitar nada a cambio. En su inocencia, los niños pueden ver haditas y duendes...Y tu? te digo a ti, al niñito que se esconde detras de tu mente racional, vamos, ve al bosque y juega un rato con las flores y las hadas, y luego cuentame lo que sentiste...

2 comentarios:

María Jesús dijo...

De hecho los bebés son seres mágicos, tan indefensos, tan pequeños, tan delicados... Es como si fuesen angeles a los que, les hubiesen quitado las alas pata traerles aquí.

¡Un abrazo de un hada para otra hada!

noeli dijo...

Gracias hadita, tienes razón, parecen angeles sin alas. Mil besos preciosa muaaa

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