jueves, 29 de octubre de 2009

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El secreto de la flor de oro


Estos días estoy leyendo un libro muy especial amigos..habla sobre una obra taotista china "Tai Yi Jin Hua Zong Zhi" Los autores o en este caso, comentarista del texo fué Carl Jung y el traductor de la obra su amigo Richard Wilhelm.Se trata de filosofia china en su pureza mas total.

Aqui os dejo unos parráfos:

EL ESPÍRITU CONSCIENTE
El Maestro Lü Dsu dijo: Confrontado con Cielo y Tierra el hombrees como una criatura efímera. Pero, confrontados con el Gran Sentido,también Cielo y Tierra son como una burbuja y una sombra. Sólo elespíritu primordial y la verdadera esencia vencen tiempo y espacio.La fuerza de la simiente está, así como Cielo y Tierra, sometida a lacaducidad, pero el espíritu primordial está más allá de las diferenciaspolares. Aquí es el lugar de donde Cielo y Tierra derivan su existir. Silos aprendices comprenden cómo asir el espíritu primordial, vencen lasoposiciones polares de luminoso y oscuro, y no se demoran más en lostres mundos3. Pero de esto sólo es capaz quien ha mirado a la ciencia ensu rostro original.Aqui habla sobre meditación:Niños, ¿no entendéis pues la esencia del movimiento? Se puedeengendrar el movimiento por medios externos. Es solamente otronombre para dominación. De modo que, si se puede simplementemediante el correr poner el corazón en movimiento, ¿no habrá uno depoderlo poner en quietud también, mediante concentrado reposo? Losgrandes santos, que han sabido cómo se influyen recíprocamentecorazón y fuerza respiratoria, han imaginado un procedimiento másfácil, para servir a la posteridad.
En el Libro del Elixir15 se dice: "La gallina puede empollar sus
huevos porque su corazón siempre oye." Ésta es una importante fórmula
mágica. La razón por la que la gallina puede incubar es la fuerza del
calor. Pero la fuerza del calor puede calentar sólo las cáscaras, no
penetrar en lo interior. A causa de esto, conduce ella esta fuerza hacia
adentro con el corazón. Eso lo hace por el oído. Para ello concentra su
corazón íntegro. Cuando el corazón penetra, penetra la fuerza y el
hijuelo obtiene la fuerza del calor y se torna viviente. Por lo tanto tiene
la gallina, aun cuando abandone sus huevos algunas veces, siempre el
gesto de oír con oído dispuesto: la concentración del espíritu no
experimenta así ninguna interrupción. Porque la concentración del
espíritu no experimenta ninguna interrupción, tampoco sufre ninguna
interrupción día y noche la fuerza del calor, y el espíritu despierta a la
vida. El despertar del espíritu se cumple porque, en primer lugar, el
corazón ha muerto. Cuando el hombre puede dejar morir su corazón,
entonces despierta a la vida el espíritu primordial. Matar el corazón no
significa su marchitez y desecación, sino que ha llegado a ser indiviso
y concentradamente uno.
El Buda dijo: "Si fijas tu corazón sobre un punto, entonces ninguna
cosa te es imposible." El corazón huye fácilmente, de modo que uno debe concentrarlo mediante la fuerza respiratoria. La fuerza respiratoria
se torna basta fácilmente, por lo tanto uno debe refinarla con el
corazón. Si se lo hace así, ¿podrá suceder que no sea fijado?
Se debe combatir ambas faltas, la pereza y la dispersión, mediante
el Trabajo reposado, que se realice continuamente todos los días sin
interrupción; entonces se presentará seguramente el resultado.

1 comentario:

Fernanda dijo...

Pues yo no quiero que se pachuche mi corazón, buahhhhhhhhhh!

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